domingo, 16 de agosto de 2009

Necesito volver a escucharme...


¿Cuándo creemos que estamos preparados para volar? Muchos opinan, que el hacerse adulto es lo más maravilloso que te puede ocurrir. Se dicen así mismos que cumplir 18 años ya es la entrada a la edad adulta, ya que tienes edad para conducir, votar, ir a la cárcel…

Pero yo no opino igual, uno se convierte en adulto en el momento que se enfrenta a las consecuencias de sus actos y es capaz de anteponer todo para realizar su sueño. Cuando uno se percata de que la madurez va inundando sus entrañas es el día en que piensa que va a hacer el día de mañana si logrará pintar, si se convirtiese en director de una gran multinacional, si será médico… Te empiezas a replantear si algún día tendrás niños, si te casarás o simplemente si podrás cuidar de un gato tu sola.

Y al fin un día como otro cualquiera, alguien te ofrece una oportunidad al sin futuro, una oportunidad para realizar el sueño, tu sueño ¿Qué hacer? ¿Luchar por él o quedarte en un lugar dónde lo más grande que podrás conseguir es ser jefe de sección en una frutería?

Llevas toda una vida luchando por lo que se quiere, llorando por la angustia, esforzándote al máximo y ves que todo por lo que has luchado los últimos años desvanece como agua en el desierto ¿Quizás sea hora de luchar de verdad? ¿Quizás ha llegado el momento de partir hacia un futuro? ¿Quizás encuentre estabilidad al fin? Si me voy conseguiré de una vez demostrar lo que soy capaz de hacer, de demostrarles que yo soy buena, que lo único que quiero hacer en mi vida es pintar.

A veces ya no pinto por que creo que no soy lo suficientemente buena, como para que alguien se sienta orgulloso de mí, a veces no cojo un lápiz, un pincel, por que nunca sentiré que es que alguien se sienta orgulloso de mi. A veces ya no hago nada por que no haciendo nada ya no defraudas a nadie. Es tan duro ver como la gente que quieres ha dejado de creer en ti, que uno mismo ya deje de creer en sí.

Necesito irme para demostrarles lo que puedo llegar a hacer, que no soy mediocre que puedo llegar a ser alguien y por supuesto necesito volver a creer en mi misma. Por que hace tiempo que ya no quiero ni escucharme…

sábado, 8 de agosto de 2009

Yo quiero que llego el otoño...


Llevo varios meses pensando en lo que haré, en lo que me espera en el futuro… El otro día hablando con mis amigas me decían que creían en el destino, a lo que yo les conteste que era incapaz de creerme eso, creo que el destino lo forja uno mismo con sus actos, le he dado vuelta a las opciones que mis padres han barajado para mi y ninguna de ellas me complacía, miento si digo que todas me disgustaban, pero de pronto apareció la respuesta a la incertidumbre que me embargaba, estaba allí, el SUEÑO, aquello que llevaba esperando tanto tiempo, aquello a lo que tengo miedo, pero me atrae, cortar con todo, nuevo idioma, nuevos amigos, nuevo estilo de vida ¿como voy a ser capaz de cortar con todo? ¿Como voy a ser capaz de dejar a mis padres aquí y yo irme a 1500 kilómetros?

Pero después pienso ¿y si no tengo otra oportunidad como esta? ¿Y si por lo que he luchado toda mi vida se desvanece? Por que no irme… No hay nada que me ate a este pueblo, sólo mi familia, mis amigos se irán cada uno para un punto del mapa y yo haré igual ¿por que no irme a otro mapa? No tengo novio que me espere, ni perro al que añorar, ni hijo al que acunar, además vendría, con menos frecuencia, pero seguiría viniendo… ¿Por qué no hacerlo? Supongo que me quedan cosas por decir aquí… Que más da, nadie me echará de menos tanto como para decirme que no me vaya, para impedirme que realice mi sueño, eso que llevo esperando desde que tengo uso de razón, aquello en lo que pensaba cuando apenas tenía fuerzas para pensar…

¿Por que el miedo me frena? Supongo que pienso que sí no me voy tengo alguna posibilidad, pero irme haría que creciese, que me olvidase y ser por fin capaz de compartir un te quiero, de hacer nuevos amigos con los que abrirme, de ser una nueva Nazaret, mi sueño no es ser millonaria, ni tener una isla, es tan simple como pintar en la calle, dónde transeúntes puedan opinar sobre mi obra, sin tener miedo al fracaso. Pero para cumplir el SUEÑO tendría que irme a mi ciudad, a la única que esta iluminada por ella misma…

Pero… ¿Que haría sin mi hermana? ¿Y sin mi Mó, mi Nani, y mi Sandra? Ellas tres son los únicos apoyos que tengo fuera de mi familia, las que siempre han estado ahí, desde que tengo uso de razón siempre han estado, nunca me han fallado, las conozco desde siempre. ¿Como sería capaz de estar sin las conversaciones, las confesiones, pensamientos, borracheras de Mónica? ¿Y sin el cariño, los razonamientos, la inteligencia, la música de Ana? ¿Y sin las estoupadas, la tranquilidad, la voz de la razón de Sandra? Supongo que al principio sería duro, pero al cabo del tiempo el dolor disminuiría… Comprendería que no hay suficiente tierra por medio como para romper 17 años de amistad, además hay aviones… Y siempre estarían ahí para verlas… Por que los sueños se pueden cumplir, si tú quieres que se cumplan.

Si la felicidad esta en una hoja marchita… Yo quiero que llegue el otoño…